Cualquier persona que ha pasado por una condena penal sabe cuántas limitaciones puede crear en la vida de una persona, sin importar su edad o estatus. Puede interferir con su capacidad de obtener empleo, ser aceptado a una universidad o calificar por becas, y mucho más. Por eso, algunas personas buscan la oportunidad de borrar su condena oficialmente, para que no sea visible si alguien revisa su registro penal.
Por suerte, un tal proceso existe, pero no todos califican. Estas son las diferencias principales entre borrar una condena y escudar una condena, y quién califica para cual bajo la ley de Maryland.
Borrar una condena del registro penal
Su capacidad de borrar una condena de su registro penal depende en parte de la severidad de su condena, y de cuanto tiempo ha pasado desde la condena (enlace en inglés). Por ejemplo, la mayoría de las condenas por un delito menor puede ser borrado después de diez años, mientras la mayoría de los delitos mayores requieren 15 años.
Hay otros requisitos también. Por ejemplo, una corte no puede borrar una condena por un delito si hubo otro delito separado que ocurrió en el mismo evento que no puede ser borrado; los delitos concurrentes tienen que ser borrados todos juntos.
Escudar una condena
A veces no es posible que alguien borre sus antecedentes penales. En estos casos, hay otra opción. Su abogado podría presentar una solicitud para escudar una condena. Una condena escudada está escondida del público, y no aparece en su registro penal si un empleador, una universidad, u otra persona lo busca (enlace en inglés). A diferencia de una condena borrada, una condena escudada todavía existe, y la policía y otros oficiales gubernamentales todavía la pueden ver.
Es importante notar que, en Maryland, uno solo puede pedir que se escude una condena penal una vez en su vida, así que es importante usar este método solo cuando sea realmente necesario para lograr sus metas.
Todos cometemos errores. Una condena penal no tiene que ser el fin del mundo. Hay herramientas legales a su disposición que puede usar para obtener un nuevo comienzo en la vida después de una condena por manejar intoxicado.